La enfermedad vascular periférica se diagnostica mediante una combinación de evaluación clínica, pruebas no invasivas y técnicas de imagen.

Las pruebas comunes incluyen el índice tobillo-brazo, que compara la presión arterial en el tobillo con la del brazo, y estudios de ultrasonido Doppler para visualizar el flujo sanguíneo y detectar bloqueos o estrechamientos en las arterias.

Es un procedimiento poco invasivo por el cual se reestablece la circulación por medio de un cateterismo ya sea arterial o venoso, incluye angioplastia con stent, aspiración de trombo venoso y arterial por catéter, colocación de endoprótesis para aneurismas, permitiéndonos reducir los riesgos asociados a una cirugía y dar al paciente una recuperacion mas pronta.

Los pacientes con mayor riesgo son aquellos que tienen enfermedades como la diabetes, hipertensión arterial, antecedentes de fumado pronlongado, enfermedad renal, colesterol alto y edad avanzada.

Las molestias van en etapas tempranas como dolor al caminar poca distancia y mas en cuestas, cambios de coloración y frialdad en los pies, falla en la cicatrización de ulceras o lesiones que no curan facilmente